
DIPLOMACIA, ESTRATEGIA Y POLÍTICA - OCTUBRE/DICIEMBRE 2004
Manuel Rodríguez Cuadros
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en la globalización, las políticas exteriores no se conciben sólo para viabilizar
mercados, sino principalmente para viabilizar Estados y sociedades nacionales.
La globalización viene reduciendo las barreras naturales del tiempo y del
espacio para la economía, pero también para la política, para las relaciones sociales
y, ciertamente, para las correlaciones militares-estratégicas. Desde el punto de vista
económico, los componentes esenciales de la globalización están constituidos por
la liberalización de los flujos financieros, el proceso de liberalización del comercio
a partir de procesos regionales, la deslocalización de la producción de manufacturas
y servicios, y la expansión mundial de los efectos de la innovación científico-
tecnológica en el ámbito de las comunicaciones y la información. La fuerza dinámica
más importante la constituye un sistema de producción global basado en la acción
de 65 mil empresas multinacionales con 850 mil empresas afiliadas extranjeras.
En el caso del comercio, se ha producido una expansión importante en
los dos últimos decenios. El comercio ha crecido, ciertamente, más rápido que
el producto bruto interno mundial. Sin embargo, no todos los países del mundo
han visto incrementar sus exportaciones y sus dinámicas de comercio, con la
globalización. Según datos de la Unctad y del Banco Mundial, en la mayoría de
los países en vías de desarrollo no se ha producido una expansión importante
del comercio. Y los países menos adelantados, por el contrario, se enfrentan a
un descenso marcado de su participación en los intercambios mundiales.
Sólo doce economías en desarrollo han tenido un crecimiento ostensible
en su participación en el comercio mundial. China, que concentra el 13,2% de
la expansión comercial de los productos manufacturados del conjunto de los
países en desarrollo; Corea, el 11,7%; Taiwán el 11,2%; Singapur, el 9,4%;
México, el 7,0%; Malasia, el 5,0%; Tailandia, el 4,0%; Hong Kong, el 3,0%;
Brasil, el 2,8%; la India, el 2,8%; Indonesia, el 2,4%; y, Turquía, el 1,8%
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.
El resto, más de 167 países, comparten sólo el 26% del comercio de
manufacturas correspondiente al mundo en desarrollo. Si se ajustasen estas
cifras, introduciendo los niveles de transformación de las exportaciones, el
carácter desigual del proceso global se vería mucho más marcado.
La inversión extranjera desde 1980 se ha incrementado de una manera
sin precedentes. También desde ese año se han desarrollado marcos normativos
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Cf. Informe de la Comisión Mundial sobre los efectos de la globalización, OIT, 2004.